sábado, 16 de marzo de 2013

San Lorenzo en el diario As de España


Uno de los blogs del diario As de España le dedicó un artículo a San Lorenzo, relacionándolo con el Papa Francisco I y la gira que realizó el Ciclón por Europa entre 1946 y 1947. Aquí, el artículo completo del periodista Alfredo Relaño.


Su Santidad es hincha de San Lorenzo de Almagro, y nada quisiera yo menos que ser irrespetuoso ni manifestar mi sana envidia por no haber compartido con él el disfrute del gran equipo de Boedo de los cuarenta. Porque ahora que tienen hincha tan ilustre resulta oportuno recordar que San Lorenzo tuvo un equipo glorioso en la segunda mitad de los cuarenta. Tanto que su gira por España a finales de 1946 y principios de 1947 dejó una impronta extremadamente positiva en nuestro fútbol. Aún a mediados de los sesenta, cuando yo empecé a enterarme bien del fútbol, se hablaba de aquello.
San Lorenzo nació, según lo cuenta Osvaldo Bayer en su estupenda ‘Historia del Fútbol Argentino’, como los ‘Forzosos de Almagro’, detrás de la capilla de San Antonio del barrio. Pasaron a llamarse San Lorenzo en homenaje al cura Lorenzo Massa, ‘incansable alentador de los muchachos’, como refiere el propio Osvaldo Bayer, aunque él mismo advierte que el nombre del club se debe, según los menos devotos, al combate de San Lorenzo.

Para los españoles San Lorenzo sonó por primera vez con fuerza cuando debutó allí Lángara, náufrago de la selección vasca que tras una gira por Europa (de la que se desprendió Gorostiza, que luego haría una segunda carrera en el Valencia) acabó por dispersarse entre varios clubes americanos. Lángara debutaría en el San Lorenzo de Almagro con cuatro goles ante el River Plate, en una aparición que resultó un trueno. Fue, me lo ha dicho en más de una ocasión, la primera vez que Di Stéfano, un niño entonces, presenció un partido de fútbol, de la mano de su padre. Me asegura que es capaz de reconocerse entre el público en la foto más célebre del partido, en la que Lángara canta uno de los goles y la perspectiva de la foto les presenta a él y a su padre, espectadores atónitos ante la exhibición del gran goleador vasco.

Pero no fue sino hasta el invierno 1946-47 cuando San Lorenzo alcanzó gran nombradía entre nosotros. Por entonces (el verano austral) aquel entonces gran equipo argentino vino de gira por España. Ya no estaba Lángara, regresado a España, al Oviedo, pero San Lorenzo mantenía a Zubieta, un medio de amplia zancada y gran presencia, último resto de aquel gran equipo vasco (Luego acabaría regresando también, al Deportivo de La Coruña). Pero tenía sobre todo una delantera de leyenda, que aún recitan los clásicos: De la Mata, Farro, Pontoni, Martino y Silva.

La delantera que entusiasmó al nuevo para cuando era niño. 

Ese equipo, campeón de Argentina en 1946, hizo una gira por Portugal y España que resultó legendaria, con cinco victorias, cuatro empates y sólo una derrota. Todo eso en seis semanas, con los viajes por tren o carretera y las farras correspondientes, lo que añade mérito a tales resultados, que dejaron un saldo de 48 goles a favor y 26 en contra.

El primer día del año de 1947 fue quizá el partido más sonado, cuando se enfrentaron en Les Corts (el campo del Barça hasta que se inauguró el Camp Nou, diez años más tarde, impelidos por la expectación que Kubala creaba) a la Selección Española. San Lorenzo, con el viejo Zubieta en sus filas y el quinteto de ataque antes desarrollado, ganó 5-7 en un partido legendario. Fue una exhibición de lo que ahora llamamos tiqui-taca, entonces algo desconocido. Lángara ya jugaba para entonces en la Selección Española, regresado como había al Oviedo. Pero aquel San Lorenzo era demasiado. Se organizaba ya en la entonces moderna WM, consistente en tres defensas, dos medios, dos interiores y tres atacantes, los dos extremos y el delantero centro. Por entonces, en España aún jugábamos lo que se llamaba ‘el método’, dos defensas, tres medios y cinco delanteros. Entre aquella disposición táctica, entonces aún un poco troglodita, filtró su finísimo juego el San Lorenzo de aquellos genios para ganarnos 5-7.

Aquella gira sirvió de redención a José Luis López Panizo, simplemente Panizo para la afición española, cerebro del gran Athletic de aquellos años. Para gran parte de la afición española, y particularmente la de San Mamés, era un jugador lento, premioso, muy distanciando del gusto enérgico de la época, y más en el Norte, donde sólo se concebía el fútbol de pelota larga, pierna fuerte, salto y vigor. Panizo tenía otra visión del juego, menos predispuesta al choque, más inclinada a la paciencia, la búsqueda, el amago y el engaño. No todo el mundo estaba dispuesto a aceptar eso. Hasta que llegó San Lorenzo de Almagro a San Mamés. En la víspera dejaron una frase que quedaría en los oídos de los españoles para muchos años:

-El gol es un pase a la red.

¿Un pase a la red? Aquí sólo se había concebido el gol hasta entonces como remates violentos o cabezazos heroicos. ¿Un pase a la red?

Pero San Lorenzo de Almagro pasó por San Mamés, dio el consabido baile (aunque los descuidos atrás produjeron un 3-3 final) y la gente se marchó de San Mamés diciendo:

-¡Pero si juegan todos como Panizo!

Y Panizo no tuvo en adelante problemas para ser admitido por el público de San Mamés, y del resto de España. Es más: se le pasó a ver como un jugador superior, un avanzado a su época, algo que en verdad era.

Aquel recuerdo queda aún en España entre los más viejos aficionados, y entre quienes les escuchamos. Hace casi sesenta años. San Lorenzo ha vivido sus aventuras desde entonces, no todas buenas. Aún nos mandó excelentes jugadores, como D’Alessandro, Rezza, Heredia, Ayala o García Ameijenda. Más tarde, la fastrupia municipal provocó la desaparición del viejo campo, el Gasómetro de Boedo, donde ahora hay un hipermercado. De ahí tuvo que marcharse al Bajo Flores, lejos de su raíz, donde sobrevive como puede. No es lo de antes. No es lo de los buenos años del Gasómetro, con Lángara. Ni los de la gloriosa gira por España y Portugal. Tampoco los de aquel campeonato invicto de 1968.

Pero al menos tienen al más ilustre de los hinchas: el Papa. San Lorenzo está de vuelta. 

Para leer la nota en la web de As hacer click aquí: http://bit.ly/10PK5n8

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