Buffarini, símbolo del sacrificio, siente que la entrega será
clave para pelear el campeonato. Este grupo da todo por la camiseta",
avisa JB7.
No hace falta explicarle cuál es el foco de la producción. Julio
Buffarini ya sabe por dónde viene la mano. “Es porque jugamos con el
corazón en la mano, ¿no?”, consulta el volante, ya un habitué de las
páginas de Olé . “Pregunto porque es así, este equipo juega con
el corazón en la mano”, avisa el cordobés que hoy será titular en la
visita del Ciclón a Salta, donde enfrentará a la selección de esa
provincia en su segundo partido oficial de preparación.
Buffa, quién si no, sabe bien de qué se trata eso de correr todas como si fuesen la última. Su entrega, su temple, fueron clave para que el Cuervo se salvara del descenso y ahora cree que, con la actitud del torneo pasado, el plantel podrá lograr el objetivo de pelear el título. “Tenemos muy buenos jugadores, de gran calidad, pero es cierto que las ganas y el empuje deben estar. Hoy ningún equipo gana si no corre. Además, hicimos un buen trabajo en Cardales, muy exigente, así que no hay excusas. Estamos en un club grande y hay que hacerlo valer”, cuenta el 7, elegido por los hinchas el mejor futbolista del 2012.
-El año pasado vivieron un primer semestre para el infarto y después les quitaron el respirador. ¿Ahora para que están?
-Sí, es verdad. El objetivo, en realidad, siempre fue estar entre los primeros de la tabla. Porque eso, a la larga, te lleva a alejarte de la zona peligrosa de abajo. Hoy, igual, el panorama es distinto. Levantás la cabeza, ves la calidad de compañeros que tenés y te da para ilusionarte con cosas importantes. Queremos llevar al club a lo más alto.
-Se te nota enchufado.
-Es que me gusta el equipo que tenemos y cómo está el grupo. Eso también hace que juguemos con el corazón en la mano: el hecho de dar todo por el que uno tiene al lado, y por esta camiseta. Yo hace poco que estoy acá, pero hablo mucho con el masajista, y él está sorprendido por la buena relación que tenemos, por lo bien que nos llevamos en las prácticas, en las comidas, y eso es clave para poder pelear.
-¿Y en los amistosos también dejan el corazón?
-Obvio. Es más, el técnico nos dice quién juega recién el día anterior a los partidos, y nosotros ya maquinamos a ver a quién le toca. Yo quiero estar siempre, así sea un amistoso o la final del mundo. Sirve para la puesta a punto y hay que saber aprovecharlos. También está bueno que la gente del interior pueda vernos de cerca.
-¿Qué le falta al equipo?
-Era importante la pretemporada. Sin caerle a nadie, la vez pasada no pudimos trabajar bien, y lo pagamos. Hay jugadores con técnica, un goleador bárbaro y una defensa segura. Y nadie negocia la actitud. Ese es el secreto del éxito.
Nota de Olé
Buffa, quién si no, sabe bien de qué se trata eso de correr todas como si fuesen la última. Su entrega, su temple, fueron clave para que el Cuervo se salvara del descenso y ahora cree que, con la actitud del torneo pasado, el plantel podrá lograr el objetivo de pelear el título. “Tenemos muy buenos jugadores, de gran calidad, pero es cierto que las ganas y el empuje deben estar. Hoy ningún equipo gana si no corre. Además, hicimos un buen trabajo en Cardales, muy exigente, así que no hay excusas. Estamos en un club grande y hay que hacerlo valer”, cuenta el 7, elegido por los hinchas el mejor futbolista del 2012.
-El año pasado vivieron un primer semestre para el infarto y después les quitaron el respirador. ¿Ahora para que están?
-Sí, es verdad. El objetivo, en realidad, siempre fue estar entre los primeros de la tabla. Porque eso, a la larga, te lleva a alejarte de la zona peligrosa de abajo. Hoy, igual, el panorama es distinto. Levantás la cabeza, ves la calidad de compañeros que tenés y te da para ilusionarte con cosas importantes. Queremos llevar al club a lo más alto.
-Se te nota enchufado.
-Es que me gusta el equipo que tenemos y cómo está el grupo. Eso también hace que juguemos con el corazón en la mano: el hecho de dar todo por el que uno tiene al lado, y por esta camiseta. Yo hace poco que estoy acá, pero hablo mucho con el masajista, y él está sorprendido por la buena relación que tenemos, por lo bien que nos llevamos en las prácticas, en las comidas, y eso es clave para poder pelear.
-¿Y en los amistosos también dejan el corazón?
-Obvio. Es más, el técnico nos dice quién juega recién el día anterior a los partidos, y nosotros ya maquinamos a ver a quién le toca. Yo quiero estar siempre, así sea un amistoso o la final del mundo. Sirve para la puesta a punto y hay que saber aprovecharlos. También está bueno que la gente del interior pueda vernos de cerca.
-¿Qué le falta al equipo?
-Era importante la pretemporada. Sin caerle a nadie, la vez pasada no pudimos trabajar bien, y lo pagamos. Hay jugadores con técnica, un goleador bárbaro y una defensa segura. Y nadie negocia la actitud. Ese es el secreto del éxito.
Nota de Olé
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