El cierre del campeonato pasado generó ciertas expectativas en la gente de San Lorenzo. Una buena seguidilla de resultados sobre el fin de año hizo pensar a más de uno que este equipo podía estar en condiciones de pelear bien arriba este torneo. Pero estos primeros partidos bajaron a la tierra a los que pensaban en grande. Un comienzo con pocas luces, un equipo que le cuesta generar juego y empates que restan más de lo que suman. Eso es lo que se ha visto hasta el momento en este San Lorenzo de Pizzi. Muchas cosas para mejorar en el juego y la necesidad de empezar a ganar para no tener que volver a agarrar esa calculadora que ya habíamos dejado de usar. La experiencia del año pasado fue demasiado traumática para volver a vivirla.
En nombres, este plantel es muy parecido al que sumó 26 puntos en el torneo anterior, mejorado en parte por la recuperación de un Ignacio Piatti que insinúa mucho pero concreta poco, y por la llegada de Mauro Cetto, que parece aportarle jerarquía a una defensa bastante insegura. Uno de los problemas se muestra en el planteamiento del entrenador. El esquema con un solo delantero le está pasando factura al equipo, que tiene dificultades para llegar al arco de enfrente. Pizzi deberá empezar a evaluar si le devuelve la titularidad a Alan Ruiz, que fue importante en el campeonato pasado, o la inclusión de un delantero más para no dejar tan solo a un Stracqualursi que está en bajo nivel y es poco asistido. Además, Gentiletti, que puede rendir como central, tuvo muchas dificultades jugando de 3. Quizás sea momento de arriesgar un poco más para conseguir los puntos más necesarios, que son los que San Lorenzo debe ganar de local. También es cierto que hay rendimientos individuales bajos. Por ejemplo, Aguiar no se siente cómodo volcado a la izquierda, Buffarini aporta cada vez menos, y Alvarado transmite poca seguridad.
En un club renovado, un tanto desahogado económicamente y que ve como se realizan obras en Ciudad Deportiva, está faltando que el fútbol esté a la altura. Recién comienza el campeonato, hay tiempo y también cierta ventaja sobre los equipos más comprometidos con el promedio. Es momento de cambiar antes de que las circunstancias nos apremien.
TOTI PAGANO
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