Pocas cosas en el fútbol fastidian tanto como arrancar un campeonato con derrota, pero San Lorenzo deberá utilizar su actuación en Bahía Blanca como un aprendizaje de cara al futuro. Es cierto que se tornaba complicado posar la mente en el partido ante Olimpo, sin ánimo de desmerecer, cuando en 72 horas será momento de saltar al Maracaná para debutar en la Copa Libertadores. No había "Cuervo" que no pensara en ello. Pero un campeón no puede dejar esta fría y pobre imagen desde el mismísimo inicio de un campeonato local.
Al "Ciclón" le faltó de todo. Comenzando por fútbol, pasando por ideas y terminando por concentración. El debut del "Patón" Bauza estuvo lejos de ser el esperado porque el equipojamás pudo monopolizar la tenencia de pelota ni superar la asfixiante presión del rival.Se volvió insoportable la estrategia del "Aurinegro" y los 11 de enfrente eran "perros de presa". Para colmo de males, cuando comenzó a imponer su estirpe promediando el complemento, pagó con los goles en su propio arco.
Los desacoples colectivos sorprendieron demasiado. Y fue raro que en 90 minutossolamente se juntaran una sola vez Piatti y Correa para llegar con peligro al arco de Champagne. Antes, y también después, los únicos embates fueron con remates desde afuera del área, uno muy bueno del propio "Nacho". No hubo herramientas para lastimar, se vio muy pero muy poco para un conjunto que tiene jugadores con buen pie. Desde ya, preocupa ¿Un consejo? Cavallaro merece más participación.
Los errores recurrentes están muy a la vista en este San Lorenzo. La dupla de centrales no ofrece garantías, da la sensación que cada día juega peor, cuando debiera ser al revés, por el conocimiento entre sus integrantes. Alvarado, sinceramente, se quita solo de la alineación inicial. No solamente se equivoca en jugadas determinantes, sino que lo paga con un dejo de infantilismo. Gentiletti, fuera de sí, parece que se contagia de su compañero de zaga. Aquí se encendió una luz de alerta para el entrenador, que tendría que ejecutar alguna modificación con carácter de urgencia.
En tanto, a la hora de atacar, fue hasta desesperante la escasa profundidad de un equipo que ahora tiene el elemento que esperaba: el "9" goleador. Siendo que tantas veces sufrió la falta de una referencia ofensiva entre los defensores contrarios, ahora con Blandi la situación no varió demasiado. Es cierto, van muy pocos encuentros y se necesita tiempo. También es verdad que el ex Boca muestra movimiento interesantes, sobre todo pivoteando. Pero jamás, nunca y se puede jurar que nunca, recibió una bola para definir.
No hay tiempo para lamentos, eso está claro. El apretado calendario exige levantar la cabeza con inmediatez, lustrar la "chapa" de campeón y volver al ruedo con éxito. El próximo examen será en el mítico Maracaná, ante los 11 futbolistas de Botafogo y las 70 mil personas que meterán presión desde afuera. Mucho mejor. El grupo afrontará una excursión difícil en suelo brasileño, pero nada más motivador que las adversidades y exigencias que la misma propone en la previa. San Lorenzo se debe una cita con su gloriosa historia y este 2014 ofrece la oportunidad de pagarla.
Para eso, se necesita juego, inteligencia, personalidad y actitud. Para darle forma al sueño de los 14 partidos en el plano continental, se requiere cabeza fría y corazón caliente. Como los "Matadores", como los "Camboyanos", como los "Carasucias". Se puede y tiene con qué. Ojalá hoy haya sido sólo una mala noche.
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