martes, 7 de mayo de 2013

"Todo el mundo comía de San Lorenzo"


Leonardo Madelón calificó de "olla popular" a la situación dirigencial que existía cuando le tocó ser técnico del equipo de Boedo. "A veces, uno va a un club para ayudarlo y después termina pagando la cuenta solo", dijo.

El exjugador y actual entrenador de fútbol Leonardo Carol Madelón sintetiza, a los 50 años, su pasado en distintos clubes argentinos y afirma que los problemas institucionales fueron el mayor problema en su corta etapa en el 2011 y 2012 como técnico de San Lorenzo, club donde se inició y con el cual siente una deuda pendiente. 

-En tu etapa como entrenador, ¿cuáles fueron los momentos de mayor alegría?
-El golpe emotivo más grande fue la Promoción que le ganamos con Gimnasia a Atlético Rafaela en el 2009 con dos goles sobre el final. Habíamos hecho una campaña brillante (55 puntos) y aun así tuvimos que jugarla. En Olimpo tuve un año perfecto y ganamos los dos torneos con récord de puntos: 78 en la temporada 2006/2007. 

-También tuviste que vivir situaciones adversas. ¿En qué cosas creés que te equivocaste? ¿Qué aprendiste de aquello?
-No volvería a actuar únicamente con el corazón y pensaría más en mí. A veces, uno va a un club para ayudarlo y después termina pagando la cuenta solo. Yo fui a San Lorenzo porque lo quiero y ahí tengo una deuda. 

-¿Cómo ves hoy al conjunto azulgrana?
-El club hizo un cambio rotundo y está bien. Cuando fuimos nosotros estaba todo al revés. Hoy el equipo está mejor, no tiene excusas, digamos. Tiene un técnico capaz y se ha renovado llevando jugadores. En definitiva, los clubes que tienen ordenada su dirigencia son los que pueden pelear arriba. 

-Entonces, según tu experiencia, ¿de qué manera afecta un problema dirigencial o institucional?
-Un problema así influye en el equipo y en el técnico. Si hay un presidente que te trae y dice que estábamos para salir campeón cuando ganamos, pero cuando perdemos sale a buscar otro entrenador, te quita mucha confianza. Hay clubes que tienen un lío bárbaro por la desorganización que presentan. 

-¿Ese fue el déficit en tu paso por San Lorenzo?
-Yo creo que sí. Los jugadores dieron todo lo que pudieron y nosotros nunca tuvimos ningún problema con ellos. El mayor déficit fue que no había contención dirigencial. Era una olla popular de la cual todo el mundo comía de San Lorenzo. Cada uno opinaba lo que quería y era perjudicial para nosotros. 

-De cara al futuro, ¿cuáles son tus intenciones?
-Tengo ganas de volver a dirigir. Fue necesario parar un tiempo porque los últimos años fueron muy agresivos, y atrás de uno hay una familia que también sufre. Hubo propuestas de Unión de Santa Fe y San Martín de San Juan, pero decidí hacer una pausa y esperar un proyecto paciente. 

Fuente: www.diariopublicable.com

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