miércoles, 24 de julio de 2013

''Se iba a la B y la cancha se venía abajo''



Mas dice que el apoyo de los cuervos ante San Martín, en la fecha 19 del Clausura 2012, lo llevó para Boedo: “Quiero vivirlo de este lado”.

Eran 35.000 gargantas enrojecidas, raspadas, aunadas en un único alarido que le daba ánimo a un equipo que esa tarde jugó en la A y en el Nacional, y que ya comenzaba a despedirse del nivel de privilegio. Fue el 24/6/2012, quizá el día más dramático para los cuervos en los últimos 30 años, contra el San Martín de San Juan de Emmanuel Mas, quien, hoy en Boedo, no ve la hora de pisar el Nuevo Gasómetro y disfrutar de ese aliento. “Lo que viví en la última fecha del Clausura 2012 no me lo voy a olvidar nunca. Ibamos ganando, San Lorenzo se estaba yendo a la B y la cancha se venía abajo. Ni siquiera escuchaba lo que me decían mis compañeros, que estaban a un metro. Yo pensaba: ‘estos se juegan la permanencia y la gente parece que festejara un título’. Y esas cosas inclinan la balanza cuando a uno lo quieren varios clubes. Ahora quiero sentir eso, pero de este lado de la vereda”, le cuenta el lateral a Olé tras la práctica en la Ciudad Deportiva.
-¿La gente te reconoce?
-La verdad es que todavía no me crucé con muchos hinchas porque llegué, quedamos concentrados en Cardales y hace muy poquito que estamos acá. Es más, el domingo pasado tuvimos el día libre, pero me quedé en el hotel porque todavía no tenía dónde vivir en Buenos Aires. Igual, en San Juan me pasó algo muy loco, y eso hizo que me diera cuenta lo grande que es este club.
-¿Se puede saber?
-Fue hace un par de semanas. Yo sabía que era difícil que siguiera en San Martín, pero de todas formas debía presentarme a entrenar allá. Practicamos en el estadio y, cuando me estaba yendo, en la puerta había un grupo de hinchas de San Lorenzo de la Peña de San Juan. ¡Me estaban esperando para darme la bienvenida! Yo no entendía nada. Me decían: “Ya está, te venís con nosotros”, y yo no estaba ni enterado de que ya estaba vendido. Me demostraron muchísimo cariño y me regalaron una remera de la Vuelta a Boedo. Unos genios.
-¿Cómo va la adaptación a un grande? El cambio debe ser significativo.
-Es complicado. El día de la presentación de los refuerzos había muchísimos periodistas. Acá tenemos a Marcela, la encargada de Prensa, que te organiza las entrevistas, y para mí eso es todo nuevo. Cuando terminamos de dar las notas, Marce nos comentó que a Pizzi no le gusta mucho que hablemos. Y decíamos con Cauteruccio: ‘¡Arrancamos con el pie izquierdo, estuvimos media hora en cadena nacional, je!’. Así y todo, yo me despierto y le agradezco a Dios por haberme puesto acá.
-¿A Tinelli lo conociste?
-Lo había visto toda la vida en la tele, pero no es lo mismo que tenerlo adelante. Me lo crucé el otro día en Cardales, y no lo podía creer. Nos dimos la mano y me deseó suerte. También vi que tuiteó que me quería en el equipo, y eso es muy groso. Igual que ver al Pipi, a Buffarini o a Ortigoza. ¿Sabés lo que es?
-¿Te imaginás jugando?
-Sería grandioso. Ya entrenarme con ellos es muy bueno. También voy a tratar de adaptarme a la cancha, que es más grande que la de San Martín, aunque cuando jugué acá me sentí más cómodo porque no te asfixian tanto. Sé que pagaron mucho por mí ( NdeR: $8.000.000 por el 75% del pase) y debo estar a la altura. Ojalá pueda.

0 comentarios:

Publicar un comentario