Fontanini llegó a su amado San Lorenzo con un tobillo fisurado que lo pone en desventaja para la triple competencia. Sabe que tendrá no menos de 30 días para estar OK. Ajo y agua para el Puyol argentino.
San Lorenzo, uno de los equipos que mejor se reforzó de cara a los
tres frentes que tiene por delante en este semestre, trabaja sin pausa
en busca de la mejor puesta a punto para ser protagonista en el Torneo
Inicial, la Copa Sudamericana y la Copa Argentina. Así las cosas,
Fabricio Fontanini, lesionado en uno de sus tobillos, se esmera el
doble. “Estoy bien, tengo un golpe que se me produjo hace un mes y
medio. Es una fisura en el tobillo derecho. Tengo que seguir todo lo que
dicen los médicos y estar tranquilo”, expresó tras el entrenamiento de
este martes por la mañana.
En cuanto al período de recuperación
que le demandará la lesión, el ex defensor de Atlético de Rafaela
aseguró que “no se dijo cuánto tiempo me falta para estar OK pero, más o
menos, se calcula un mes. Es una fisura por un golpe que tuve, pero va a
estar todo bien”, manifestó con optimismo.
La llegada del
defensor de los rulos al equipo de Juan Antonio Pizzi en algún momento
entró en un terreno de incertidumbre, aunque el jugador contó que se dio
lo que él pretendía. “Tenía muchas ganas de llegar a San Lorenzo, hubo
muchas idas y vueltas porque había muchas chances de irme afuera, pero
yo quería jugar en San Lorenzo”, comentó, para luego agregar cómo se
produjo su alejamiento de la Crema. “La salida de Rafaela estuvo bien,
aunque un poco demorada porque no se ponían de acuerdo entre los clubes.
Quedé feliz porque Rafaela se quedó en Primera y yo, además, ahora
estoy en el club del que soy hincha”.
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