Torrico aún se pellizca por el cariño que le brindó la gente ante Danubio. "Igual, me tengo que concentrar en lo que se viene: la Copa es la obsesión de la gente", aseguró Sebastián.
¿Cuántos pasos habrá dado en el Nuevo Gasómetro antes de que
15.000 Cuervos explotaran? Se adelantó para hacer el calentamiento en
pleno campo de juego cuando la ovación lo hizo emocionar. Aquella
atajada contra Vélez en el Amalfitani y el penal atajado sobre la hora a
Chiqui Pérez, de repente, explicaron mucho lo que Sebastián Torrico
vivió en la noche del sábado ante Danubio, en la fiesta del campeón.
"La ovación fue algo increíble. Siempre lo digo, soy un agradecido del cariño que tuve desde el primer día y ahora quiero concentrarme para lo que viene. Sabemos que tenemos un semestre complicado pero lindo, y queremos cumplir con las expectativas", dijo el 12 del Ciclón, calificado por Olé con un 7,50, tras tapar un cabezazo a quemarropa junto al palo derecho y desviar un disparo de larga distancia de González.
Mantener el nivel será clave. Se viene un semestre movididto y de Copa Libertadores, ni más ni menos. Pero se pone guantes de amianto para no quemarse con la presión popular. "Queremos ir tranquilos. La Copa es la obsesión de la gente y vamos dar todo para cumplir con los objetivos".
"La ovación fue algo increíble. Siempre lo digo, soy un agradecido del cariño que tuve desde el primer día y ahora quiero concentrarme para lo que viene. Sabemos que tenemos un semestre complicado pero lindo, y queremos cumplir con las expectativas", dijo el 12 del Ciclón, calificado por Olé con un 7,50, tras tapar un cabezazo a quemarropa junto al palo derecho y desviar un disparo de larga distancia de González.
Mantener el nivel será clave. Se viene un semestre movididto y de Copa Libertadores, ni más ni menos. Pero se pone guantes de amianto para no quemarse con la presión popular. "Queremos ir tranquilos. La Copa es la obsesión de la gente y vamos dar todo para cumplir con los objetivos".
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