Un final muy caliente en Ecuador. Apenas terminado el encuentro, los jugadores de San Lorenzo se le fueron 'al humo' a Carlos Amarilla, por el penal que cobró en tiempo de descuento. Para fortuna del polémico y veterano árbitro paraguayo, la policía ecuatoriana intervino y ahí se produjo un intenso intercambio de golpes. Fabricio Fontanini y Leandro Romagnoli habrían sido informados y corre peligro su presencia ante Botafogo, en la última fecha.
Pero en el camino se encontraron primero con la policía, que en su intento de proteger al árbitro se cruzó fuerte con los futbolistas del conjunto de Boedo, al punto que Fabricio Fontanini arrojó golpes a los efectivos,
quienes contestaron violentamente. Nadie salió lastimado, pero se trató
de un verdadero papelón de los hombres de Bauza, quienes primero
intentaron agredir a un referí y luego se trompearon con la Policía
quiteña.
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