viernes, 11 de abril de 2014

"Francisco también nos dio una mano, ja"


Piatti hizo el gol del pasaje en el minuto 88, que en la Quiniela es... ¡el Papa! Igual, en el hito hubo mucho más que ayuda divina. “Fue una muestra de carácter”, dice Nacho.

Bolillero. Grupo 2. San Lorenzo espera la repesca para conocer a su primer (y último) rival de la zona. Toca Botafogo. ¡Uf! En Boedo se agarraban la cabeza: el debut sería ante un equipo brasileño. Todo mal: del inclemente Maracaná se trajo un 0-2. Pasaron los partidos, pero ni el rezo alcanzaba: en Ecuador, Independiente del Valle empató un partido en el epílogo y le quitó por un rato la fe a San Lorenzo de avanzar en la Copa, dejó tambaleando a Bauza y generó las bajas de Romagnoli y Fontanini por los bufidos a Amarilla...

Ni el azar le daba una mano al Patón y su tropa. Para pasar, al parecer, iban a necesitar un milagro. Pero en ese fuero, el CASLA tiene ventaja: Lorenzo Massa, su fundador, le cuchichea pedidos al Barba. Y, en el Vaticano, el Papa Francisco reza tres o más veces al día por el club. Tanta fuerza espiritual, sumada a los cantos de los feligreses azulgranas, surtieron efecto, e iluminaron a San Lorenzo. Y a Ignacio Piatti, quien retomó su nivel, el del campeón del 2013, el de los golazos a Gimnasia y Newell’s, el del doblete en Rafaela y, cerrando el círculo, hizo del bombo un bombazo: a los 88’ hizo el tercer gol ante Botafogo, ese primer rival tan temido. Sí, un número místico: en la Quiniela, ¡es el Papa! ¿Más? Esa bolilla salió en el sorteo matutino de la lotería de Santa Fe. “Francisco también nos dio una mano, ja. ¡Qué casualidad, que se dio todo!”, se sorprendió Nacho, héroe del pase a octavos de final, en diálogo con Olé . “Ahora, tenemos que seguir por esta senda, porque queremos llegar lo más alto posible en el torneo local y en la Libertadores”, continuó, elevando la vara.

-¿Pasaron los nervios? -Y... Se sintieron durante el partido. Había que ganar, lo sabíamos. Después, los hinchas empezaron a pedir un gol más... Uno no sabía adentro de la cancha cómo iba el partido en Chile, así que era medio raro...

-¿No preguntaban? -Sí, a medida de que iban entrando compañeros, primero Cavallaro, después Navarro, nos enteramos de que necesitábamos convertir otro gol. Desde el banco también empezaron a recalcar eso, y la gente desde afuera también lo pedía. Y bueno, fuimos para adelante, hicimos un excelente partido, tuvimos chances... Por suerte llegó y terminamos felices.

-¿Por suerte? Y un poco por vos también: hiciste un doblete, volviste a tu nivel, te ovacionaron...

-Uno quiere jugar bien todos los partidos. Pude convertir, es cierto, hacía mucho que no la metía.

-Le pusiste suspenso: la bola fue al ángulo...

-La verdad es que, cuando la peinó Mauro, fui decidido porque sabía que iba a caer ahí. Después, quise pegarle contra el palo, asegurarla abajo, y se me levantó un poquito... Sufrimos todos, pero entró. Venía esperando hacer un gol hace mucho: por suerte llegó en el mejor momento.

-Amén de tu rendimiento, Bauza siempre recalcó que era necesario tener “carácter” en la Copa. ¿La clasificación fue una demostración de madurez? -Sí, fue una muestra de carácter. Contra Botafogo pusimos lo que había que poner. Enfrentamos a un rival que, cuando arrancó la Libertadores, uno pensaba que iba a ser protagonista. Hicimos un gran esfuerzo, y cumplimos el objetivo.

-¿La bisagra fue ese triunfo de Unión Española en el Maracaná? ¿Ahí se dieron cuenta de que podían pasar de ronda? -Sirvió mucho aquel triunfo. Estábamos concentrados, cenando en el hotel, mientras mirábamos el partido. Y cuando metió el gol el equipo chileno gritamos todos. Ahí nos dimos cuenta de que nos habían dado una vida más, y quedó bien demostrado que lo supimos aprovechar.

-Bauza dijo: “Van a tener que matarnos para sacarnos de la Copa”. A partir de ahora dependen de ustedes. ¿Eso presiona o tranquiliza? -Es un alivio importante, sí. Estamos tranquilos. Demostramos que mano a mano le jugamos a cualquiera, y tenemos un equipo muy bueno. Queríamos clasificarnos, y llegar lo más alto posible. Si seguimos haciendo las cosas como las venimos realizando seguro vamos a llegar lejos. Después, el rival que toque es indistinto, porque lo importante era pasar.

YO DIGO

Julio Buffarini (jugador de San Lorenzo): "Fue una noche mágica"

"El objetivo era clasificar. Se nos había complicado mucho, fuimos los últimos que perdimos la esperanza. Estábamos un poco perdidos. Sufrimos más ayer que en la final de Vélez. Primero que ganaba uno, después el otro, que iba 3-3, atacá, defendé, atacá, defendé, quedate arriba... Pero bueno, nacimos para sufrir. Nosotros pensábamos que en 2-0 estábamos bien. Es más, Torri en un momento agarra una pelota, hace tiempo y se empezó a escuchar el murmullo, y nos dimos cuenta de que faltaba uno más. Al toque tuvimos una de Mauro que no quiso entrar, y pensé que había vuelto la mala suerte... Pero bueno, justo después quedó mano a mano Piatti y fue una alegría enorme. Este partido me trajo muchos recuerdos lindos. Se pareció al de 2012, cuando con Caruso le ganamos 3-2 a Newell’s después de ir perdiendo y el 3-1 a San Martín SJ para quedarnos en Primera".

0 comentarios:

Publicar un comentario