Lo tironearon Vélez y River, se lo quedó San Lorenzo; a préstamo, por un año. Tuvo un debut de ensueño, gol y triunfo ante San Martín de San Juan, pinta de regreso con gloria al país tras aquella irrupción en Arsenal. Se diluyó luego, entre lesiones, el mal paso del equipo hasta la resurrección con Pizzi, actuaciones poco convincentes. Y quedó algo relegado, incluso con el entusiasmo de Verón y Bordagaray por delante, a los que Pizzi llegó a definir como los “jugadores que más soluciones nos dan en los partidos”.
Pues bien, en La Plata, Franco Jara, de 24 años, parece haber iniciado la carrera para volver a ser. Pizzi le sugirió en la intimidad “aferrarse a las oportunidades”, en la semana lo ungió como pieza “importantísima” en conferencia de prensa, y el atacante, quizá descubriéndose como único ariete reemplazando a Stracqualursi, ingresó ante el Pincha y anotó el tanto de la victoria. “Es bueno entrar y agarrar la confianza que estoy buscando. Por suerte se dio el gol; esto me da otro ánimo para arrancar el torneo”, contó el cordobés, con otra perspectiva de cara a los seis meses de vínculo que le restan en Boedo (su ficha pertenece al Benfica portugués). En los tests de verano, como titular, Jara había visto acción en la caída ante la selección de Salta (0-1). Contra el Pincha, luego de empujar el centro de Aguiar, cambió su panorama: “Todos nos ilusionamos”. ¿Resurge?
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