martes, 30 de abril de 2013

Mano a mano con Pizzi

 

Pizzi sabe que es rehén de los resultados, pero valora su laburo: “Se vienen cumpliendo todos los objetivos”.

-¿Por qué no pusiste al Pipi el otro día? Era la mejor opción, y además lo pedían todos...
-Yo tomo decisiones respecto a mi trabajo sin pensar en si me van a insultar o no. Contra Godoy Cruz decidí el ingreso de Jara porque necesitábamos un jugador más en ofensiva. Para elaborar juego ya teníamos a Piatti, a Correa y a Buffarini. No soy el primer técnico que vive esta situación y tampoco va a ser la última vez que me suceda. Cada vez que yo tenga al Pipi en el banco y no lo ponga, va a suceder lo del otro día. Pero no puedo complacer a todos haciendo jugar a Ruiz, Piatti, Correa, los pibes y el Pipi juntos. Mis amigos me piden uno, mi familia otro, los utileros a aquél...

-El otro día la gente se molestó, y antes del partido en Sarandí hubo runrún de que los dirigentes empezaban a mirarte de reojo... ¿Cómo lo vivís?
-Los rumores afectan, pero no los podemos manejar, hay que aceptarlos. A mí la tranquilidad me la da el trabajo, la dedicación que le pongo a esto. Y soy consciente de que a veces, incluso haciendo las cosas bien, los resultados no llegan. Y creo que es comprensible que se hable, porque los clubes tienen que ir definiendo su destino, viendo alternativas, estamos cerca de junio, y hay que ver si debo continuar.

-¿Y debés continuar?
-Yo estoy contento con lo que venimos haciendo, creo que los objetivos que nos propusimos como meta cuando me contrataron están a la vista. Los números reflejan una campaña buena. Son 30 puntos en una rueda, estamos muy cerca de clasificar a la Sudamericana, nos alejamos considerablemente del descenso, promocionamos varios chicos... Pero estas decisiones dependen de la dirigencia. 

-¿Y qué creés que quieren hacer los dirigentes?
-Hay que preguntarles a ellos. Pero sé que mi continuidad depende de estos ocho partidos que quedan. Los resultados son el principal argumento de la CD a la hora de decidir.

-¿Y te parece bien?
-Los clubes tienen que tener proyectos, pero los entrenadores no siempre son indispensables para llevar adelante esos proyectos.

-Un proyecto de esta CD es apuntar a los pibes y a los jugadores cuyo pase es del club. ¿A vos te dieron una lista de vetados para que no los uses?
-Es mentira. No me dieron ninguna lista. Estos dirigentes no son de imponer cosas. Además, me conocen, y saben que tengo autonomía a la hora de tomar decisiones. Eso no quita que tengamos comunicación permanente y que hablemos del equipo.

-¿Ni te lo sugirieron?
-Lo único que hicieron fue informarme, a fin del año pasado, que no iba a poder contar con Palomino por un tema contractual. Y ya.

-¿Y con Prósperi qué pasó que ni fue al banco?
-Tengo que tomar decisiones y la decisión fue que juegue Meza porque creemos que, al igual que Ibáñez, necesita cierto tiempo para agarrar ritmo y conocer el potencial que tiene. Pero no hay nada raro.

-Y hablando de Ibáñez, ¿va a seguir atajando?
-Matías llevaba siete meses de suplente, con muy poca participación, y es lógico que esté falto de ritmo. Sobre todo siendo arquero. Pero ha hecho partidos correctos, más allá de algunos errores. Veremos en la semana quién ataja. No hay porcentajes de probabilidades a favor de uno u otro. Jugará el que mejor veamos.

-Los que no salen más son los pibes, ¿no?
-Si mantienen buenos rendimientos, los vamos a utilizar. Pero no hay nada contundente. No es determinante que tengan que estar sí o sí los chicos.

-Bueno, ¿pero cómo sacás a Villalba ahora?
-Va a tener que seguir demostrando. Si no mantiene el rendimiento que me dio en estos partidos, es muy fácil cambiar de jugador. Sobran los motivos para sacar jugadores.

-Salvo contra Arsenal, Piatti anduvo muy flojo, pero lo mantuviste...
-Yo voy viendo a los jugadores en la semana, observo qué progresión van teniendo, lo que significan para el equipo, qué diferencia pueden marcar con el rival. Piatti recién ahora agarra una racha de cinco o seis partidos seguidos, una continuidad que no había tenido nunca desde que llegó a San Lorenzo. Dijimos “vamos a ver si con continuidad conseguimos un mejor rendimiento”. Porque además no es bueno andar sacando, poniendo, sacando, nunca podemos evaluar... Pero el responsable de su rendimiento es él. El era consciente de que su nivel estaba por debajo de las expectativas de todos, de sus compañeros, mía, de la prensa, hinchas...

-A Buffarini no lo bancaste, y lo sacaste. ¿No te convence, no?
-No es eso, sólo que necesitábamos variantes por la banda, una opción de pelota parada, que era algo que veníamos fallando, y Navarro te garantiza el juego de pelota parada. Y la posición en la que creíamos que podíamos utilizarlo era ahí. Pero podría haber salido cualquier otro jugador.

-¿Y a Stracqua todavía le tenés fe?
-Lógicamente. Si bien no ha tenido eficacia, el trabajo que pretendemos de él lo hace correctamente.

-Menos lo más importante: hacer goles.
-Este año nos ha costado en los últimos metros, no hemos tenido el cambio de ritmo, la frescura que se necesita para desequilibrar. Hubo buena circulación, control del partido, posesión, pero en general no nos alcanza para marcar la diferencia en los arcos, y entonces no conseguimos resultados, y eso trae nerviosismo, y se valoran mucho menos las otras virtudes... La realidad es que los argumentos futbolísticos de un equipo se usan para ganar nomás.

0 comentarios:

Publicar un comentario