Veníamos de tantas malas en la última semana que, en el fondo, este 1-1 nos terminó aliviando un poco. ¡Dios mío, cómo se sufre! Lo de Migliore, la salida del uruguayo Aguiar, la derrota con Newell’s... Yo, mirándolo por la tele, en un momento pensé que ayer lo perdíamos. Habíamos errado un penal, las jugadas las terminábamos mal... Y lo terminamos empatando ¡con un gol desde 51 metros! No sé cómo le picó al arquero Sosa, pero todavía no lo puedo creer. Pero bueno, así son las cosas... Terminó siendo un alivio el bombazo que metió Navarro, cuando ya parecía que la derrota era cosa juzgada.
Pero, siempre lo digo: hay que pensar en el ahora, y también en el futuro. Y, observando el rendimiento de los chicos que entraron en el segundo tiempo, da la sensación de que en el club hay un proyecto para lo que se viene. Uno que San Lorenzo, grande como es, se merece. Ojalá, el paso siguiente sea entrar a la Sudamericana, que sería positivo. Es cierto, el equipo se tiene que armar bien, pero me parece importante el rendimiento de Navarro (gracias Sanfi por apadrinarlo y enseñarle), Villalba y Correa, que en el final no pudo convertir por poco. Pero es así. Como dijimos con La Mosca: todos tenemos un amor que nos complica la vida. Pero, ¡qué lindo es amarte, Ciclón!
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