lunes, 8 de abril de 2013

“Quise tirar un centro y entró”

 Navarro dijo tener “fortuna” en su gol, aunque había hecho uno así en Reserva: “Es para Migliore”. 

Con una sonrisa que no le cabía en el rostro, y mientras su teléfono no paraba de sonar, Leandro Navarro se vio por primera vez rodeado de micrófonos, de cámaras de televisión. Y el volante de 20 años, que el año pasado fue el goleador de la Reserva de Boedo, se movió tan bien como en la cancha, pura sinceridad.

 El marplatense, que había debutado en Primera en 2011, con Asad como técnico, tuvo su bautismo en la red con un remate de 40 metros que picó adelante de Sosa y se le coló por arriba. “Es la primera vez que meto un gol tan raro”, dijo la Bomba. Y es cierto. De todos los que marcó en su historial, ninguno fue tan sorpresivo, aunque ya había celebrado desde larga distancia: a fines de 2012, también con sus amigos Villalba y Correa en cancha, había marcado uno así en un choque preliminar ante Estudiantes, casi desde la línea que divide los campos. “Ese fue desde lejos, pero le había pegado al arco y se metió casi en el ángulo. Esta vez quise tirar el centro y entró. Además, como no había gente, no se escuchó nada, y creí que había quedado en el techo del arco. Tuve fortuna, pero que merecíamos el punto”, tiró Navarrito, aquel que deslumbró a Sanfilippo en Inferiores y que Madelón llevó de pretemporada.


Pollo de Tinelli, y muy compinche de Pablo Migliore, Leo también aprovechó para dedicarle su tanto al Loco. “No pasamos una buena semana, pero pudimos reponernos. El gol es para Pablo, que nos hizo el aguante desde allá”, tiró el juvenil, a quien Pizzi hizo entrar por su “excelente pegada”. Un visionario.

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