Hace casi un año San Lorenzo quedaba en descenso directo. Hoy, es el
Juez de Argentinos e Independiente. Al primero no podrá enviarlo
directamente, pero podría empujarlo. Al segundo, puede condenarlo a
domicilio, en el mismísimo infierno.
Era la despedida del fútbol de Gabriel
Milito y Ernesto Farías está decidido a sepultar las chances azulgranas.
Bianchi Arce corrió como nunca se lo había visto. Su esfuerzo fue
premiado con el quite de la pelota sobre la línea, ante un vencido
Migliore. Faltaba poquito para que termine el primer tiempo. Podía haber
sido un puñal en Boedo.
Independiente le jugó honestamente a
San Lorenzo y el partido finalizó sin goles. Esto lo dejó en la línea de
descenso directo, junto a Olimpo. Ya no dependía del Ciclón para la
última fecha, que se jugaría el fin de semana siguiente.
Esto fue hace un año. Los hinchas del
Rojo nos despidieron con un "el que no salta se va a la B". Hoy, después
de 12 meses, la película cambió el rol de los protagonistas. Es
Independiente el que está cerca del precipicio y es San Lorenzo quien
hará de Juez.
Pero no sólo en los tribunales está el
equipo de Avellaneda. También está, y comprometido, Argentinos Juniors.
Aquel conjunto que, en definición directa, en la última fecha del
Metropolitano 81, nos ganó 1 a 0. Esa fatídica tarde del 15 de agosto el
Ciclón erró un penal, y padeció otro, que nos condenó a lo desconocido.
San Lorenzo, el primer grande en descender.
En este 2013, en el Torneo Final, los
cuervos recibirán a Argentinos en la próxima jornada (17). No hay
posibilidad alguna de condenarlos. Independiente, que si se dan tres
resultados, podría perder por primera vez en su historia la categoría en
la fecha que viene. Y si no es en la decimo séptima, será en 18, cuando
reciba al Ciclón.
San Martín de San Juan y Quilmes -el
primero más comprometido que el otro- también pueden padecer la madre de
las derrotas, pero San Lorenzo sólo enfrentará a quienes comparten la
misma ecuación por el promedio, los que dividen por tres temporadas.
En los medios y el mundo del fútbol se
hablará mucho del rol que tendrá el elenco de Juan Antonio Pizzi,
porque jugará ante ambos. La fecha que viene, Independiente deseará lo
mejor para el Ciclón ante el Bicho. Y a la siguiente jornada, los roles
se invertirán: Argentinos querrá una mano de los santos ante el diablo.
Pero más allá de que Argentinos nos
mandó en el 81 e Independiente en los 80 y 90 nos refregó en la cara
nuestra participación en la Segunda División y el año pasado nos deseó
lo peor, San Lorenzo no tiene que jugar pensando en ello, por más que el
hincha sí lo piense.
La memoria debe pasar porque el Ciclón
hace un año casi se va a la B y el sufrimiento de la familia azulgrana
fue tremendo. Vivimos un año de mierda, literalmente. Por nosotros
mismos, para no repetir ese momento de penurias constantes, hay que
seguir sumando. Volver a los puestos de vanguardia. En el promedio y en
el campeonato. Y además, asegurar la clasificación a la Copa
Sudamericana.
Avisamos: San Lorenzo no es Racing. Su
gente menos. No vendió el sentimiento. Menos un partido. Tampoco se
alegrará por una derrota para perjudicar a un tercero. A Argentinos le
tenemos que ganar. Y a Independiente también.
Mundoazulgrana
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