Pablo Noli tiene 49 años y estuvo en el último partido oficial en el Gasómetro, aquel 0-0 entre San Lorenzo y Boca disputado el 2 de diciembre de 1979. Fue mucho tiempo vecino del barrio, “vivía en Quintino al 1200”. Y decidió comprar dos metros cuadrados para colaborar con el regreso del Ciclón a Tierra Santa. Hasta ahí, nada que genere curiosidad, excepto que Pablo... ¡es hincha de Boca!
¿Cómo es, entonces? “Mi señora y mis dos hijas son hinchas de San Lorenzo. Y estoy de acuerdo con la causa, sé que el club fue despojado por la dictadura. Para mí, cada equipo tiene que estar donde echó raíces. No me imagino a Boca fuera de La Boca. Y mis amigos cuervos sufren el desarraigo”, detalla. ¿Qué le dicen en La Ribera de su generosidad? “Mis amigos de Boca me dicen que se les cayó un ídolo. Pero si a mi club le pasara lo mismo, me gustaría que todo el fútbol argentino lo ayudara”, argumenta. El sábado, de 10 a 18, en Muñiz e Inclán, será la segunda jornada de adhesión masiva al fideicomiso. Pablo, boquense, es socio refundador. Y convoca desde el ejemplo...
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