La final del mundo

Mientras el grupo practicaba de cara a Boca, nenes de los Cuervos de Tierra del Fuego pidieron una victoria.

La excusa, perfecta, fue un torneo de juveniles que se disputó en los últimos días en Chapadmalal, a un puñado de kilómetros de Mar del Plata. Pero la visita de los Cuervos del Fin del Mundo al plantel del Ciclón tenía, en realidad, una segunda intención: alentar a los muchachos que dirige Pizzi en la previa del partido del domingo ante Boca: a falta de Huracán en la A, el encuentro que más interés despierta en los hinchas.

“Hay que ganar para salir campeones”, se le escuchó decir a varios de los chicos que ayer por la mañana se dieron una vuelta por la Ciudad Deportiva del Bajo Flores en representación del primer equipo, que hace poco obtuvo el título de la Liga de Tierra del Fuego, se adjudicó una plaza en la próxima edición del Torneo Argentino C y ahora consiguió un permiso especial de la Asociación del Fútbol Argentino para vestir la misma camiseta que usa el Ciclón. Sí, la misma, la misma, eh. Porque, muy agradecidos por el aliento recibido, los players les obsequiaron sus casacas.

Los Cuervos del Fin del Mundo presenciaron el entrenamiento y luego se sacaron fotos con Romagnoli, Buffarini, Piatti y otros futbolistas que, tras el tropezón del miércoles frente a Lanús, necesitaban una inyección anímica para llegar con la flechita para arriba al choque del domingo en el Nuevo Gasómetro, donde Boedo se jugará buena parte de sus posibilidades de pelear el título hasta el final (hoy está cuarto, a cuatro puntos de Newell’s y a uno de Arsenal y Boca). Su pedido, lógico, es también el del resto de los fans azulgranas, que coparon las redes sociales con mensajes y cargadas referidas al choque ante el Xeneize.

“Siempre es bueno contar con el apoyo de la gente, no nos podemos quejar de cómo nos banca. Ojalá podamos darles una alegría para que vuelvan a su provincia con una sonrisa. Necesitamos los puntos, y todo es bienvenido en la previa de un partido tan importante”, le dijo a Olé Buffa, con sed de revancha. Y sí, para Boedo, se viene la final del mundo.