El plantel de Pizzi llegó en chárter a Sunchales y luego viajó en micro hasta un hotel en las afueras de Rafaela, donde ya está concentrado para el trascendental partido del sábado frente a la Crema, uno de sus perseguidores.
Suena un bocinazo. Al toque, otro. A lo lejos hay uno que se prende pero sin saber bien el porqué. Son pocos los autos que pasan por la puerta del Hotel Campo Alegre, pero a todos les llama la atención ver movimiento en un lugar que suele destacarse por la calma. No es el caso: el micro que traslada al plantel San Lorenzo acaba de estacionar y el revoloteo de curiosos comienza. La ciudad está expectante.
El chárter aterrizó en Sunchales cerca de las cinco de la tarde. De ahí en adelante, el trayecto se hizo en micro. Que San Lorenzo haya elegido ese hotel no es casualidad. Ubicado en las afueras de Rafaela, a un costado de la Ruta Nacional N°34, eleva las chances de que los jugadores tengan un buen descanso. Claro, teniendo en cuenta lo trascendental que es el partido del sábado para ambos equipos, no sería extraño que a más de un hincha se le ocurriera acercarse por la noche intentando cortarles el sueño. Pero alejado del centro de la ciudad...
Tampoco son muchas camisetas del Ciclón que andan rondando la zona. Ni la del hotel, ni la de la cancha. De hecho, hasta el momento apenas se expendieron 200 de las 500 entradas neutrales que puso a la venta la dirigencia de Atlético, un número que sorprende incluso a pesar del elevado costo de los tickets ($450). De todas maneras se espera que los 300 restantes vuelen el sábado, ya que finalmente se decidió que también haya venta el día del partido.
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