Juega de local

Bauza se juega el pasaje de su Ciclón (y un retazo de buzo) en Quito, donde llegó a la gloria con Liga y armó una familia. ¿Local? Vivía a metros del estadio de hoy...

Es local. Ahí, en el Atahualpa, a dos cuadras de donde residió durante casi toda su estadía en Quito (ya su segunda patria), se jugará, sin vueltas, la clasificación del Ciclón a la siguiente fase de la Copa. Y también algún buen retazo de su buzo azulgrana...

Quizá, la atmósfera donde vivió su etapa más gloriosa como DT (con Liga, obtuvo dos títulos locales, la Libertadores 2008 y una Recopa Sudamericana), lo contagie de la “mística” que, según su óptica, tenía su equipo. Para seguir latiendo en la Copa, San Lorenzo debe, al menos, empatar ante Independiente del Valle, que recibirá a Boedo a 25 minutos de Sangolquí, su ciudad. Y justo en la capital ecuatoriana Edgardo Bauza se siente a sus anchas. Además de los éxitos deportivos, le otorgó un hogar. Sólo un desafío como el Ciclón lo pudo arrancar de allí. En 2013, contrajo matrimonio en segundas nupcias con una lugareña (Maritza Gallardo) y en noviembre nació Nicolás, su tercer hijo -tiene otros dos: Maxi, quien trabaja en el cuerpo técnico, y Emiliana-. Recién para esa época abandonó la zona del Atahualpa -donde también se afincaron sus colaboradores- y se mudó al barrio Monteserrín, al Norte.

En Quito mantuvo la costumbre de ir a tomar café: tenía dos sitios favoritos que solía frecuentar. Eso sí, nunca terminó de adaptarse a las comidas autóctonas. En la Casa Blanca, el estadio de Liga, tenía su cábala: buzo negro azul y jeans. La despedida fue con hinchas agradeciéndole en plena conferencia de prensa. Su comienzo, allá por 2006, no auspiciaba un tiempo de estrellas. Tal vez eso le sirva para trazar un paralelismo con este inicio de crecientes cuestionamientos en el Ciclón y obre como motivación. “A principios de 2007, la gente exigía que me fuera y parte del periodismo también. Hubo un partido contra Olmedo en el que me tuve que ir del estadio con la Policía”, contó el Patón en una entrevista con el diario Hoy de Ecuador. Todo ese bagaje en los 2.850 metros de altura buscó transmitírselo al grupo, incluso en el test de ayer en Guayaquil. En territorio amable para su figura, lejos de las críticas por los planteos cuidadosas y los cinco partidos sin ganar, Bauza intentará retomar el largo camino a CASLA.