Por poco Blandi

 Como en la Copa, el refuerzo que llegó para ganar partidos se perdió un cabezazo que se fue al lado del palo y, al rato, Montoya le tapó una doble jugada. Enfocate.

Es difícil de digerir, algo así como esos bulones de harina, grasa y batata que te hace (o te hacía) tu abuela y que no bajaba ni con un litro de Vascolet. Aunque todavía no bajó ese cabezazo en el área chica (¡sí, en las narices del arquero!) que desvió el arquero de Unión Española por la Libertadores, los hinchas de San Lorenzo tuvieron que guardarse nuevamente el grito en otro partido clave porque la mira, la de Nicolás Blandi, el goleador que fue traído exclusivamente desde Boca para solucionar los problemas con el arco rival, de pronto parece torcida. Luego de tres goles seguidos -dos a Central y uno a Godoy Cruz-, el nueve tuvo una doble jugada que no entró porque Montoya se iluminó y arruinó un resultado que hubiese acomodado al Ciclón muy bien en la tabla del Final.

Mientras en la Copa el entrenador apostó desde el vamos a Matos, esta vez entendió que lo mejor para este plan de cuidar piernas para afrontar la doble competencia era mandar de titular a Blandi. Lo cierto es que, más allá del 0-0 siempre antipático, San Lorenzo hizo méritos para llevarse algo más. Le faltó contundencia. Es decir, profundizar en el arco el dominio casi exclusivo del balón y de los metros de pasto verde. Y acá es cuando entra en escena el goleador. Blandi tuvo tres claras, un cabezazo que se fue cerca de palo, más una doble jugada increíble que elevó a Montoya como el héroe del viaje al Bajo Flores: el arquero le tapó un derechazo a Nico, que, además, tuvo la revancha en el rebote: el uno voló abajo contra un palo y le sacó el remate al córner.

Los goleadores, dicen, aparecen en los momentos críticos. Blandi ya demostró que en el área es un delantero temible al que nunca hay que descuidar. En esta última semana parece que la pólvora se le mojó. Aunque Bauza y compañía deberán darle el mayor de los apoyos para que la próxima, cuando se jueguen cosas decisivas, el ex Boca reviente el arco. El sabe un poco de eso...