martes, 11 de diciembre de 2012

Crónica de un 2012 agitado


FUTBOL PROFESIONAL. San Lorenzo finalizó un año muy complicado, en el que sufrió cambio de técnicos, de dirigencia y jugó la Promoción, con una mueca de alivio al sumar 26 puntos de la mano de Pizzi. Se va de vacaciones fuera del descenso y pensando en un 2013 distinto.

Buenos Aires. El 2012 no será un año más en la historia de San Lorenzo de Almagro. Quedará marcado como un ciclo de bruscos cambios que finalizó de manera, dentro de todo, alegre y con un aire mucho más distentido a como comenzó.
La tormenta empezó a azotar por Boedo ya en la primera fecha del Clausura, cuando sufrió aquella goleada ante Lanús por 4 a 1 de la mano de Leonardo Madelón. Esa derrota caló tan hondo que allí ya comenzó a instalarse la incertidumbre en la continuidad de Leo.Y aguantó todo lo que pudo el ex Camboyano que dejó su cargo tras la octava fecha.
Su sucesor arribó a San Lorenzo en medio de una novela. Ricardo Caruso Lombardi pudo desligarse de Quilmes, resarcimiento de por medio, para recalar en un Ciclón acosado por el descenso. Llegó como el manosanta, pero le costó a Caruso remontar el ánimo de un equipo muy golpeado. Recién sobre el final de ese campeonato, llegó la reacción y en la última fecha, de manera agónica, logró zafar de perder la categoría de manera directa y apelar a la instancia de Promoción. En los cruces con Instituto sacó la chapa de la diferencia de categoría y pudo imponerse sin problemas (2 a 0 en la ida y 1 a 1 en la vuelta). Fue todo desahogo. Pero los fuertes vientos todavía tenían más para San Lorenzo...
Ahora, la tempestad fue dirigencial. La figura del otrora presidente Carlos Abdo quedó desgastada. Los quiebres internos en la Comisión Directiva hicieron imposible la convivencia de las autoridades que debieron dar un paso al costado, con escándalo incluído. Recordar aquella tarde en la sede de Avenida de Mayo cuando un asambleísta increpó al vicepresidente Jorge Aldrey y luego un grupo de hinchas ingresaron al edificio para pedir que se vayan todos. Y así fue.
La gestión Abdo no pudo continuar y la figura de Marcelo Tinelli apareció en escena. Señaló a Matías Lammens como su hombre de confianza y armó su lista para las elecciones anticipadas del 1ª de septiembre. La fórmula Lammens-Tinelli arrazó en las urnas y el cambió dirigencial quedó formalizado. Sin embargo, los problemas seguirían de la mano de Caruso y la nueva CD.
Caruso sólo logró que su equipo ganara dos partidos de diez y la exposición de los problemas entre el entrenador y los nuevos dirigentes protagonizó un nuevo papelón que culminó con la salida del hombre de la barba candado. Juan Antonio Pizzi fue el elegido de Lammens y Tinelli. Pizzi llegó sin las grandes luces, con un bajo perfil y de a poco le fue dando una identidad de juego al equipo. Con los mismos jugadores (había llegado 17 refuerzos y se habían ido varios de renombre, como Ortigoza, Salgueiro, Bottinelli, Bueno, entre otros), Juan Antonio acomodó las piezas y logró  resultados inesperados con un sprint final alentador.
Con el empate del sábado, San Lorenzo acumuló 26 puntos y así redondeó su mejor campaña desde el Apertura 2009, cuando hizo 32 unidades de la mano de Diego Simeone. Después, nunca había podido superar la línea de los 25 puntos. Fuera de la zona de descenso, el conjunto de Boedo finalizó el 2012 con una sonrisa que refleja tranquilidad y alienta a un próximo año diferente, lejos de los escándalos institucionales y con un equipo que, según marcan los propios protagonistas, apuntará a pelear arriba para despreocuparse del promedio.
Párrafo aparte para la noticia del año: la Vuelta a Boedo. Después de luchar en la Legislatura porteña durante dos años, el 2012 fue el señalado para que la Ley de Restitución Histórica sea aprobada por unanimidad. Un hecho histórico, con Adolfo Res y la gente de la Subcomisión del Hincha como los gestores de la movida que alegró a todo el pueblo sanlorencista.
Lo empezó de manera negra, pero lo terminó feliz. Se fue el 2012 de Boedo para darle paso a un 2013 que, todos esperan, sea el despegue de un San Lorenzo que quiere reconstruirse después de tanto maltrato.
Nahuel Lanzillotta
nlanzillotta@perfilsanlorencista.com.ar

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