sábado, 6 de julio de 2013

“A Marcelo lo miraba mucho por la tele"

San Lorenzo ya había abrochado a Elizari, y ahora acordó la compra del 50% de Cauteruccio, otro que viene de Quilmes. "Me ilusiona mucho", dijo el delantero, que jugará por tres temporadas en el Ciclón.

Me quedó un muy lindo recuerdo de Quilmes, donde me fue bien y tengo muchos amigos en el plantel. Y pasar a un club grande como San Lorenzo es un desafío hermoso, seguramente peleará el campeonato. Ojalá se resuelva todo de la mejor manera”. A Martín Cauteruccio se le mezclan los tiempos de verbo. Habla en pasado y en presente porque todavía no terminó de despedirse del Cervecero, donde hasta ayer se entrenó, y donde jugó las dos últimas temporadas y se convirtió casi en un ídolo de sus hinchas.

Lo que sí sabe Caute es que su futuro está en Boedo, más allá de que todavía no se hizo la revisión médica ni firmó su vínculo con su nuevo club. Todo eso sucederá el lunes, tras solucionar una serie de cuestiones impositivas, y el martes, es la idea, ya quedará a las órdenes de Juan Antonio Pizzi, un enamorado del charrúa de 26 años.

“Tengo muchas ganas de que se defina este tema para enfocarme de lleno en lo que viene. Me tocó hacer Inferiores y debutar en un grande como Nacional de Uruguay, y ahora me tocará hacerlo en un grande de Argentina”, se esperanza con Olé el ahora punta del Ciclón, que le ganó la pulseada a Tigres de México y a Lanús y desembolsará el equivalente en pesos a 1.600.000 dólares por el 50% de su ficha. La que le correspondía al grupo empresario cercano a Quilmes (la otra mitad aún es de Nacional).

“Podía haber seguido mi carrera en otro lado, pero decidí quedarme en Argentina porque ya conozco el país. La adaptación a San Lorenzo me llevará unos meses, hasta que conozca a mis compañeros. Igual, siempre beneficia que haya nombres conocidos y de buen pie”, cuenta Caute, que firmará por tres años. El más conocido, claro, es Fernando Elizari, con quien compartió plantel en el Sur y formó una dupla que llevó al Cervecero a quedarse en Primera una fecha antes del final del torneo. “Con el Melli disfruté mucho la última temporada. Espero jugar varios partidos más con él”, avisa el 9, una de las debilidades de Tinelli.

“A Marcelo lo miraba mucho por la tele, acá y en Uruguay. No sé qué se sentirá verlo todos los días”, se ríe el yorugua. Y dobla la apuesta: “Ojalá que pueda estar a la altura de lo que él pretende. Eso sí, para el Bailando que no me cuente, je”.

Cauteruccio está tranquilo, pero no esconde su ilusión. “Quilmes va a ocupar un lugar muy grande en mi corazón. Pasé momentos muy buenos y tuve el reconocimiento de la gente. Ojalá, ahora, me pase lo mismo en San Lorenzo”.

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