viernes, 1 de noviembre de 2013

"Tuve un bajón, me costó en el inicio de este torneo"



En el 3-0 del Final, Correa le anotó su primer gol en Primera a Boca, y de premio su mamá le hizo milanesas. Para el replay, Angelito pide bonus: “¡Que se repita!”.

Un palo, dos palos, diez palos... De ser cotizado en millones de euros, Angel Correa pasó a verse mirado de reojo por algún que otro yerro (propio de la edad, claro) en el alba del Inicial, que lo encontró inconexo, fuera del libreto que él mismo escribió en el sprint final del torneo pasado. “Tuve un bajón”, reconoce el gurrumín de 18 primaveras, todavía encandilado por estar “compartiendo vestuario con mi ídolo, que es Romagnoli, el compañero que más me aconseja”, y por encontrarse actuando en Primera junto a Navarro, Villalba, Contreras y Catalán, casi hermanos del pibe. “Con ellos viví muchas cosas en la pensión. Por eso es especial y me pone feliz jugar junto a ellos”, cuenta.
Sin embargo, los flashes que lo iluminan hoy desde Europa, de nuevo en plena rampa ascendente, no le nublan la vista. El Real Madrid, la Juventus y hasta el Aleti de Simeone, quien supo elogiarlo, ya lo están pispeando, pero él les tira un caño, y sigue para adelante. “Eso yo trato de dejarlo de lado. Siempre entreno de la misma forma, para seguir progresando y jugar de la mejor manera para que San Lorenzo pueda ganar”, avisa. Parece cliché, pero no: Angelito sólo piensa en el equipo, aunque los mimos in extremis que recibió durante el receso invernal parecen haberle jugado en contra.
-Tinelli dijo que eras “el mejor jugador del fútbol argentino”. Pizzi también te elogió. ¿Te pesó? -No, siempre estuve tranquilo. Uno se pone contento por los halagos, pero no me pesó, para nada. Ahora me estoy sintiendo bien.
-Pero te costó arrancar.
-Sí, tuve un bajón, me costó en el inicio de este torneo. Por suerte, con el apoyo de mis compañeros, lo pude sacar adelante.
-¿Qué te aconsejaron? -Los referentes como Pichi, Piatti, el Pipi, Alvarado, siempre se me acercaban para decirme que esté tranquilo, porque las cosas ya me iban a salir.
-¿Qué sentías? -Y, la marca, que los rivales ya me conocen más... Cuando debuté no me conocía nadie, por eso jugaba un poco más libre.
-Te pegan más.
-Sí. El roce se siente más.
-Bueno, agarrate: ante Boca te vas a enfrentar al Cata Díaz, a Ribair Rodríguez, a Chiqui Pérez...
-Sí, son muy grandotes, grandes jugadores... Va a estar lindo el clásico.
-Seamos justos: aunque no vaya a jugar, el rival tiene a un Riquelme. ¿Sos de mirarlo? -Sí, hubiera sido lindo que estuviera adentro de la cancha junto al Pipi, a Gago... Es un orgullo jugar con ellos. Siempre lo observé, porque soy enganche y me gusta cómo juega.
-Si le ganan a Boca, las posibilidades de ganar el título toman fuerza...
-Y, si ganamos este partido y Newell’s pierde unos puntos, nos metemos en la pelea, seguro.
-¿Están maduros como para ser campeones? -Siempre hay que corregir detalles. Estamos a medio torneo y quedan cosas por mejorar. Esperemos que el domingo sea una fiesta, poder terminar de la mejor manera el año y que San Lorenzo salga campeón.
-De paso, si ganan, se extiende la paternidad.
-Je, es cierto. Esperemos que se repita, ¿no? -La de San Lorenzo y la tuya. En tu primer clásico con Boca te fue bien...
-Sí, en ese partido hice mi primer gol, ¡y a Boca! Espero que este fin de semana lo pueda repetir.
-Así vienen más milanesas de mamá, ¿no? -Y, es mi comida preferida. Ahora ojalá pueda comer una napolitana, jeje.

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