San Lorenzo se quedó con el clásico y hundió más a Boca. El equipo de Juan Antonio Pizzi goleó 3-0 al de Carlos Bianchi en el Nuevo Gasómetro, donde no ganaba desde la cuarta fecha. Gonzalo Verón, Julio Buffarini de penal y Angel Correa marcaron para el local, que se afirmó en la zona de clasificación a la Copa Sudamericana. En tanto, la visita, que salió a la cancha con mayoría de suplentes, estiró a 12 partidos la racha sin triunfos en el Torneo Final y quedará último en el torneo si ganan Argentinos y Estudiantes. Santiago Silva se perdió el descuento sobre la hora, también desde los doce pasos.
Los de Boedo fueron más oportunos e inteligentes para sacar ventaja en un primer tiempo deslucido, que no tuvo muchas chances claras de gol. Los equipos se prestaban la pelota y ninguno se erigía como dominador claro en los primeros minutos. Sin embargo, San Lorenzo aprovechó mejor los huecos de la defensa de Boca y la pasividad del mediocampo rival. Un conjunto de errores le permitió a los de Pizzi abrir el marcador.
A los 18, Piatti encaró por el sector izquierdo y envió un centro pasado, Buffarini devolvió la pelota desde la derecha y Verón, sin marca y sobre la línea del arco, empujó la pelota al fondo de la red. El gol tuvo un importante peso psicológico para un Boca errático que dependió mucho de Paredes, quien estuvo más ausente que lo esperado. Aún así, a los 27, los de Bianchi tuvieron la más clara en los pies de Silva, quien tiró la pelota muy cerca del palo izquierdo de Ibáñez tras un centro atrás de Guillermo Fernández desde la derecha.
En medio del desconcierto del visitante, que abusaba del pelotazo a los delanteros, San Lorenzo encontró casi de casualidad la manera de aumentar la diferencia. A los 38, el árbitro Sergio Pezzotta cobró un penal inexistente sobre Buffarini y el propio volante se encargó de cambiarlo por gol. Si bien la ventaja era merecida ante un combinado alternativo que no mostraba reacción, el camino para llegar al 2-0 no estaba en los planes de nadie.
Ya en el complemento, Bianchi metió mano en el once inicial y decidió el ingreso de Sebastián Palacios, en lugar de Colazo. Poco pudo hacer el juvenil para cambiar la dinámica del juego, ya que a los 8 minutos, los de Pizzi sellaron la goleada. Buffarini corrió habilitado por derecha y buscó a Correa en el área, el delantero recibió y le rompió el arco a Sebastián D’Angelo, que nada pudo hacer para contener el potente remate.
La abultada diferencia parecía irremontable para un Boca apático, desconcertado y plagado de juveniles, que expuso errores en todas sus líneas. El Virrey le dio salida a Paredes y puso a Viatri para aumentar el peso ofensivo para llegar al descuento, algo que nunca ocurrió. San Lorenzo, ya con Romagnoli en cancha, fue criterioso para manejar la pelota y dominó cada sector de la cancha, a tal punto que nunca hizo peligrar la ventaja en el marcador. Para colmo de males de Boca, Silva desperdició la chance de descontar de penal en tiempo de descuento: desde los doce pasos, el uruguayo remató muy desviado, por encima del travesaño.
De esta manera, sin brillar ni mucho menos pero con una notable superioridad, San Lorenzo decretó una victoria inobjetable para reecontrarse con el triunfo en su estadio luego de ocho fechas (la última había sido ante River en la cuarta jornada). Por su parte, Boca no para de caer: sumó su partido número 12 sin victorias en el torneo local y estiró aún más la mayor marca negativa de su historia. El miércoles buscará revancha en el plano internacional, ante el Corinthians, por los octavos de final de la Copa Libertadores.
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