"Vamos paso a paso"

 

Leandro Romagnoli mostró su alegría por el triunfo ante Unión y admitió que si bien tienen arriba a Newell's, River y Lanús, tiró que "van a pelear hasta el final".

No ocultó sus sensaciones el Pipi Romagnoli, máximo referente de este plantel de San Lorenzo, después de la victoria ante el finalmente descendido Unión. Si bien el partido se complicó sobre el final del primer tiempo, durante los últimos minutos del complemento el juego se abrió y los precipitó en una goleada que ilusiona. Por eso, Leandro no dudó en explicar que "a veces se dan estos partidos raros. Manejás la pelota y vas ganando 2 a 0 a los 20 minutos. Y después te hacen un gol y entrás en la desconfianza. Nos terminan empatando en una jugada desafortunada del Negro (Ibáñez) pero luego, con un poquito más de garra y sabiendo que teníamos que ganar, lo fuimos a buscar y lo pudimos ganar en el final”.

El Pipi entró a los 13' del segundo tiempo acompañado de una ovación que resonó en el Nuevo Gasómetro. Y si bien no fue muy determinante en el juego, siempre el peso de sus palabras tienen otro valor: “Nosotros vamos con esta frase de 'paso a paso', estamos bien y venimos bien. Sabemos que tenemos arriba a tres equipos que vienen bien, que sólo quedan cuatro partidos, pero uno siempre trabaja y entrena para esto, para ganar y pelear hasta el final”, dijo Romagnoli. Es un presente que da para soñar, y tanto el técnico como los jugadores y los hinchas se permiten disfrutar de este momento alentador.

Además, los Cuervos vienen de tres goleadas consecutivas (3-0 a Boca, 3-0 a All Boys y 4-2 a Unión) y no ven la derrota desde la fecha 10, en la que Racing vapuleó al Ciclón por 4-1. Por eso, Romagnoli no hace caso omiso ni olvida cómo arrancaron el año e hizo la reflexión correspondiente: “Esto nos motiva, los partidos que venimos jugando muy bien y ganamos nos llevaron a pelear ahí arriba. De entrada, peleábamos otra cosa, por el tema de salir de abajo, pero ahora nos encontramos con la posibilidad de luchar hasta el final”.
Se alejaron los fantasmas y hoy hay aires de esperanza por Boedo.